La mejor historia de amor que existirá.

No está ni en una cruz, ni en una tumba, ni en una pared colgando.  Está en el trono de mi vida. Muy a menudo recuerdo lo que hizo, lo que sufrió y la victoria que me dio a través de su sacrificio.

No es cuestión de Semana Santa, es la historia que ha escrito en las fibras de mi corazón. Él pensó en mí antes que yo en Él y me amó primero, por eso yo le amo ahora.

Nadie nunca me amará de la forma como Él lo hace. No habrá nunca mayor historia de amor que ésta. Un Padre que entrega a su Hijo único. El Novio que entrega su vida en una muerte tan cruel por conquistar a su esposa para la eternidad cuando en aquel entonces “la esposa” andaba mal portada.

Las cuerdas de amor me alcanzaron, la imponente victoria sobre la muerte también porque si algo se es que ese mismo Espíritu que lo levantó de la muerte, habita en mí y también vivificará mi cuerpo mortal. Sé que lo mejor está por venir. Sé que un día nos reuniremos con Él y va a ser inexplicable.

Si alguien quiere también, venga, este amor alcanza para el mundo entero.

 Esto no es religión, es mi amigo Jesús.

¡JESÚS! amado de mi alma… cada día vivo,  porque TU vives.