A propósito de mi cumpleaños
Tengo tiempo de no escribir y entre tanta faena que parece no acabar, no encuentro el espacio.
Mañana si Dios quiere es mi cumpleaños y reflexionaba sobre lo que ha sido este último año para mi.
Sin duda me he decepcionado mucho de mi misma (porque soy muy exigente, si) y también ha estado marcado por situaciones muy dolorosas principalmente la muerte de mi tío y todo lo que esto trajo.
Si se te ha muerto un ser amado cercano, comprenderás el luto no acaba con la sepultura.
Mi tío me ofreció festejarme mi cumpleaños hace un año y le dije que no, que mejor otro día y unos meses después lo intentamos pero su enfermedad no le permitió y me canceló con lágrimas a último momento. Se que si estuviera aún acá, me estaría deseando cocinar un risotto con hongos pero no puedo esperar eso esta vez. Perdí mi oportunidad.
Hoy me detengo y considero... deberiamos realmente valorar las cosas que son importantes. Aquellas que trascienden lo material. El tiempo, la compañía, el amor, el dejarse chinear y de ese modo dejarle saber a otros que aceptamos su afecto y nos sentimos amados por ellos y no solo eso, sino también darnos a otros porque es mejor dar que recibir. ¿Por qué cuesta tanto a veces?
La vida nos da sorpresas y este último año ha traído de las pruebas categorizadas más duras de mi vida. Destaco siempre la mano de Dios que poderosamente me ha levantado del fondo del abismo y he podido volver a respirar y tener paz.
Estoy agradecida por mi núcleo primario familiar que junto con ellos me he enfrentado a la dificultad con firmeza y por mi ángel musical que ha sido un hombro para llorar, un fiel escucha para desahogarme y una incansable distracción en medio del caos, que me llena de alegría, amor y dulzura.
Estoy agradecida por mis compañeros del trabajo que hacen mis días más amenos y llevaderos y que lejos de ponerme más presión han sido sensibles y considerados (sin duda son un tesoro).
A pesar de lo que ha llovido, no puedo dejar de dar gracias a Dios por las dificultades que me hacen más fuerte y por dotarme de todo lo que he necesitado para seguir adelante, porque no soy de las que retroceden, soy la mujer fuerte de Proverbios 31 que ríe sin temor del porvenir.
¡Vamos con todo, bienvenido año nuevo!
Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos.